Gran labor, pero poco amor

(Apocalípsis 2:1-7)

Introducción
                En los Estados Unidos se acaba de legalizar a nivel nacional los matrimonios entre personas del mismo sexo. La tendencia en el lado occidental del mundo parece ser esta: cualquier valor tradicional o religioso que se haya practicado en el pasado no puede ni debe absolutizarse. Pretender que esos valores son absolutos es muestra de intolerancia y oscurantismo. La moda es pensar que el ser humano tiene libertad para escoger sus preferencias, pues nada está sobre él. El ser humano es la medida máxima de sí mismo. Dios no tiene nada que decirle. La iglesia del siglo XXI tiene por delante un desafío más grande que la del pasado. La sociedad la presionará cada vez más a conformarse al espíritu de la época, so pena de ser acusada de irrelevante, intolerante, retrógrada y hasta violadora de los derechos humanos. Sólo las iglesias que tengan una fuerte convicción sobre la autoridad de la Palabra de Dios y una fe profunda podrán resistir esta presión.                 En los capítulos 2 y 3 de Apocalípsis, tenemos cartas específicamente dirigidas a siete iglesias ubicadas en Asia menor a finales del primer siglo. Parece, sin embargo, que las cartas, por su  similar estructura y orden, debemos entenderlas como cartas que se dirigen, más que a las iglesias específicas de Asia Menor, a la Iglesia Universal. Parece que el propósito de las siete cartas es hacer un llamado a la iglesia a una resistencia pacífica en vista de las presiones imperiales y sociales a las que empieza a ser sometida. “La presión está influyendo a los cristianos para que sean más flexibles en su actitud negativa hacia actividades que gozan de la aprobación mayoritaria, como la adoración del emperador y cosas por el estilo”. Algo parecido a lo que nos está pasando en el siglo XXI. De manera que vamos a comenzar con el mensaje a la primera iglesia, la de Éfeso. Esta iglesia es bastante ejemplar, pero están fallando en lo más básico y fundamental. De manera que, lo primero que nos enseña el mensaje a Éfeso es que…

I.      Una iglesia fiel nunca debe perder su amor (vrs. 1-4)

A.   Jesucristo, como Señor de la iglesia, ordena a Juan escribir un mensaje a su iglesia en Éfeso (vr. 1)
1)    Sabemos que es Jesús el que habla porque es quien viene hablando desde 1:17.
2)    “Escribe al ángel de la iglesia”: ya se ha mencionado en 1:16 que en la visión del Cristo exaltado Juan lo ha visto sosteniendo siete estrellas en su mano derecha. Luego, en 1:20, el mismo Señor ha aclarado a Juan que estas siete estrellas son los ángeles de las iglesias. Ya hemos aludido la dificultad que esta expresión ha causado a los intérpretes. Las dos alternativas más atractivas son: o bien es una manera de referirse al “espíritu” característico  (el carácter) que representaba a las iglesias (más o menos es la postura de autores como  Mounce, Morris, Stam, Ladd). En este sentido “los ángeles representan a las iglesias mismas, como es evidente en el texto (ya que tanto las alabanzas como los reproches de las iglesias son dirigidas a sus “ángeles”). La otra alternativa (que en lo personal me gusta por sus implicaciones prácticas, pero sé que tiene sus debilidades) sería que se refiere al líder-pastor o supervisor (por ejemplo: Carballosa, Kistemaker y el léxico de Friberg, que apoya este sentido específicamente en Apocalípsis 1-3: “ministro, uno que supervisa a un grupo de creyentes bajo la supervisión de Jesús”.
3)    “Éfeso”: Como ciudad, Éfeso era el centro dominante de Asia Menor (Keener). Iba a la vanguardia como centro del culto imperial. También era famosa por su gran templo y culto a Artemisa(o Diana) y por sus prácticas mágicas (Hch. 19:19) La iglesia de Éfeso fue probablemente la iglesia madre de todas las demás (Hch. 19:10). Gozó de una sucesión pastoral envidiable: Pablo, Timoteo y Juan. También se había convertido en el centro literario del cristianismo: Pablo les escribió su más profunda carta teológica (Efesios), y allí, se redactaron las cartas pastorales, el cuarto evangelio, las cartas juaninas y ¡el mismo Apocalípsis! (Stam). Sin duda la iglesia  de Éfeso tenía grandes méritos.
4)    El remitente de la carta se describe como el soberano y fiel protector de la iglesia (1b): Jesucristo ya ha sido descrito con estas figuras en la visión de Juan, en 1:13 y 16.
a)    el que tiene las siete estrellas en su diestra”: ya sabemos que las estrellas son los ángeles de las 7 iglesias: ya sean los pastores de las iglesias o las representaciones de las iglesias mismas, la figura habla de la soberanía, el control, dominio pero quizá sobre todo la protección que el Cristo exaltado tiene sobre las iglesias. El verbo es más fuerte que el usado en vr. 16, y da la idea de “sostener firmemente”. ¡Cristo sostiene firmemente a su iglesia! 
b)   “el que camina en medio de los siete candeleros de oro”: en 1:13, sólo se dice que “estaba en medio”, aquí se dice que “camina en medio de los candeleros”. Indica la constante vigilancia de Cristo, su supervisión sobre las iglesias (Ladd). ¡Qué impresionante: el Señor no solo nos sostiene, él también nos supervisa!
B.    Jesucristo reconoce el gran trabajo y la fidelidad de la iglesia de Éfeso (vrs. 2-3)
1)    “Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y paciencia” (2ª): Jesucristo le reconoce a esta iglesia su duro trabajo en su obra. El término habla de la fatiga (LBA) y cansancio que produce el trabajo duro. “Paciencia” hay que entenderlo como “perseverancia”, constancia en medio de las dificultades (LBA, NVI, RVA). Esta es una iglesia activa, que trabaja duro y persevera, no desmaya. ¡Jesús lo sabe!
2)    “No puedes soportar a los malos” (2b): esta iglesia no es blandengue, permisiva y tolerante con los que dan evidencia de un acomodamiento a la maldad. ¿Quiénes sos estos “malos”. Probablemente son definisdos por la siguiente frase (al estilo del paralelismo hebreo, según Kistemaker).
3)    “has probado a los que dicen ser apóstoles y no lo son”(2c): los malos son falsos maestros que ha querido entrar en la iglesia, pero han sido desenmascarados. Se había cumplido lo que Pablo había advertido a los ancianos de esta iglesia unoa 40 años antes, que entrarían en medio de ellos, “lobos rapaces que no perdonarían al rebaño” (Hch. 20:29). Parece que en la iglesia del 1er siglo distinguía entre dos “órdenes “  o clases de apóstoles: los doce originales quienes retenían un rol distintivo (21:14) y un más grande e indeterminado número que fueron misioneros itinerantes como Pablo, Santiago, Bernabé y Silas entre otros (Hch. 14:14; 1 Cor. 15:7; Gal. 1:19; Rom. 16:7[Ladd]).Este tipo de apóstoles, pero falsos en este caso son los que la iglesia de Éfeso ha denunciado. Así que,  esta iglesia no solo trabaja duro, ¡es una ferrea y celosa defensira de la sana doctrina (de la ortodoxia, dicen los teólogos)! Es una iglesia que sabe distinguir entre lo falso y lo verdadero, conoce la enseñanza del Señor. Los mentirosos no pasan la prueba (“has probado”) con ellos, son desenmascarados y puestos fuera.
4)    En versículo 3 se afirman las mismas ideas de perseverancia y sufrimiento de esta iglesia. La expresión “por amor de mi nombre”, es más bien “por causa de mi nombre” (“amor” no está en el griego, sólo “por mi nombre”, es decir por causa de mi nombre). Tampoco está la expresión “has trabajado arduamente” de la RV60. Esta iglesia ha soportado ya sufrimientos por la causa de Cristo y no ha desmayado.

Aplicación: ¡Qué iglesia más ejemplar, qué modelo para nosotros!: una iglesia trabajadora y celosa por la sana doctrina y congran temple ante las pruebas por causa del Señor! ¿Diría lo mismo Jesucristo de nuestra  iglesia? ¿Trabajamos árduamente como iglesia o somos de los que nos conformamos con el mínimo esfuerzo, de los que nos quejamos si se nos pide un poco más, de los que pensamos que para eso se le paga al pastor? Éfeso no era así. Además, era una iglesia bien instruída, muy dada a estudio de la sana doctrina, al punto que sometía a pruba a cualquiera que pretendiera ser un maestro de la palabra y descubría a los falsos. ¡Una iglesia 10! Por si esto fuera poco, es una iglesia fiel y firme ante el sufrimeinto por Cristo¡ ¡Quien no quiesiera pertenecer a una iglesia así! ¡¿Qué crítica se le puede hacer a una iglesia así?!

….Increíblemente el Señor sí tiene una fuerte crítica contra ella…

C.    Jesucristo reprocha la pérdida del 1er amor de la iglesia (vr. 4):
1)    “Tengo contra ti”: El Señor no solo elogia las virtudes de la iglesia. El que camina en medio de ellas, sabe por dónde estamos fallando.
2)    has dejado tu primer amor”: la pregunta es si se refiere al amor hacia Dios o si se refiere al amor hacia las personas. La mayoría piensa que se refiera al amor por la gente, por el prójimo lo que se le critica. Ellos tienen celo de Dios, de su doctrina y trabajan mucho para él, hasta sufren sin desmayar por su nombre. Seguramente ellos creían que realizaban sus incansables trabajos por amor al Señor. Seguramente piadosos sentimientos de devoción a Dios motivaban, en gran parte, las energías de su activismo eclesiástico y su estricta rigurosidad doctrinal” (Stam). Ellos “aman” a Dios pero han dejado de amar a las personas como lo hicieron al principio. Esta iglesia que había sido un modelo del amor cristiano (Ef. 1:15: “del amor que demuestran por todos los santos”) ahora se había enfriado y endurecido (Stam, Keener). O quizá la expresión abarca a ambos, tanto al amor por Dios como al amor por el prójimo (Mounce).  Es que cuando dejamos de amar a Dios, inevitablemente fallaremos en el amor al prójimo (Según Jesucristo el amor al prójimo viene después del amor a Dios [Mt. 22:37-40]. Lo cierto es que ellos ya no amaban como en sus primeros días como creyentes. Más allá de los programas, proyectos y comités, Cristo busca a motivación más íntima del corazón. En el hormiguero de de su ardua labor, los efesios no podían decir con Pablo que el amor de Cristo los constreñía (2 Co. 2:14 [Stam]). La maquinaria de la iglesia seguía caminando, pero ya no se movía por el impulso supremo del amor a Cristo y al prójimo (Stam).  Esto suele pasar a los creyentes: iniciamos con gran fervor en la vida cristiana, pero quizá el duro trabajo o el activismo va recesando nuestra genuina pasión por Dios. Luego se convierte en una obligación quejosa y agobiante, carente del maravilloso gozo de servir un Dios que amamos aún sin haberlo visto (1 P. 1:8).

Aplicación: 1) Sin el amor, ni el activismo y arduo trabajo de una iglesia, como tampoco su gran celo por la sana doctrina tiene  valor delante de Dios. Ni siquiera la perseverancia bajo el sufrimiento tiene valor. Podemos ser una iglesia muy esforzada, muy perseverante y muy sana en nuestra fe, pero sin amor. Porque se puede hacer todo por deber u obligación pero sin amor. Toso eso no cuenta para Dios, si falta el amor. 2) En la iglesia las personas son lo importante, amarlas, aceptarlas, acogerlas sin importar su condición. Cuando caemos en el síndrome de Éfeso, es cuando pensamos que la institución es lo importante, el edificio, la sana doctrina, la denominación. Las personas se vuelven objetos de nuestro éxito y por lo tanto nos volvemos fríos, secos y apáticos, sin amor a las personas. 3) Cuando perdemos el amor, tampoco los perdidos nos importan, vivimos en un activismo interno, pero sin ojos hacia el mundo. Ya no nos importa la gente que se pierde sin Dios. ¡Qué tragedia de iglesia! Sin amor, nuestro arduo trabajo no será más que activismo sin sentido, ningún éxito o prestigio tiene valor si falta el amor (Stam). Así lo dijo Pablo en 1 Corintios 13:1-3.

…Pero hay esperanza para una iglesia que ha perdido su amor. Veamos en 2º lugar que…

II.    Una iglesia fiel debe rectificar y volver al amor o desaparecer (vr. 5-6)

A.   Jesús exhorta a la iglesia “desamorada a arrepentirse” (vr. 5ª)
1)    recuerda de dónde has caído”: se hace un llamamiento a la iglesia a recordar los días pasados en que el amor abundaba en la congregación… la memoria puede ser una poderosa arma para recuperar el primer amor (Mounce). El hecho de “haber caído”, indica que el primer amor, es una elevada posición de la que una iglesia nunca debe descender (Mounce).
2)    “Arrepiéntete” (gr. Metanoia): el término es amenudo descrito como un cambio de corazón (o mente). Pero no es realmente u término psicológico como usualmente se toma en nuestra cultura. Una más apropiada traducción sería “un cambio de corazón probado por conducta observable” (Malina-Pilch). Sin una conducta observable que indique un cambio de corazón, simplemente no existe ningún cambio de corazón. La siguiente expresión imperativay haz las primeras obras”, confirma que “arrepentimiento” tiene que ver con conducta observable (Malina-Pilch).
B.    Jesucristo advierte duramente a la iglesia desamorada que desaparecerá si no rectifica (5b):
1)     “Vendré pronto”: literalmente “vengo a ti” (presente): subraya la cercanía del tiempo (Mounce) y por tanto,  la urgencia con la que el Señor espera que corrijan su error. No es una venida de bendición, sino de disciplina.
2)    “Quitaré tu candelero”: es una dura advertencia, ya que Jesús les está diciendo que de no enmendar su falla en cuanto al amor, él mismo se encargará de anularles como iglesia. La remoción del candelero significa que dejarán de existir como iglesia (por mucho que puedan seguir siendo otras cosas, Keener.). A estas alturas la iglesia de Éfeso se componía de creyentes de 2ª y 3ª generación, el genuino amor con el que comenzaron los hermanos, se había secado en los hijos y nietos de estos (Kistemaker). Quizá ya son creyentes nominales nada más, por tradición familiar, pero sin amor por Jesús. Hay evidencia objetiva en el sentido de que el cristianismo nominal muere de muerte natural en el plazo de una o dos generaciones y, por consiguiente, desaparece por completo de la escena. Quizá los miembros sigan reuniéndose, pero lo hacen con fines sociales y no espirituales (Kistemaker).
C.    Jesús anima a la iglesia desamorada recordándole que aún tiene virtudes (vr. 6): ellos aborrecen con Jesús las obras de los Nicolatías: Ha sido difícil rastrear a los Nicolaítas, pero por su nueva mención en 2:15, en el contexto de los que retienen la doctrina de “Balaam que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel y a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a fornicar”, parece que los estos fueron un grupo herético con puntos de vista parecidos a los de “Balaam”, como la tolerancia de la inmoralidad y el comer alimentos ofrecidos a los ídolos (Keener). Probablemente, en el fondo los Nicolaítas promovían un tipo de conformismo a los valores de la cultura circundante y a las demandas del imperio romano: cosas como comer carne sacrificada a ídolos, quizá fornicación espiritual en ese sentido o quizá inmoralidad sexual directamente, o terminar rindiendo culto al emperador. (Stam). Los Efesios habían triunfado en todo esto, pero en ese afán, habían dejado de amar a las personas.

                Aplicación: Fallar en el amor al prójimo tiene mucho que ver con nuestro fracaso en nuestra misión. La iglesia que deja de amar a los de “su lugar”, termina siendo una iglesia “sin lugar”. Al no vivir desde el amor, pierde toda razón de su existencia como comunidad de fe y fracasa en su misión histórica (Stam). Como dijo alguien, una iglesia así, “mejor, pues, que su candelabro sea quitado como se tira una lámpara quemada (Barclay, citado por Stam). ¿Cómo estamos nosotros como iglesia hermanos de CDA? ¿Necesitaremos rectificar con urgencia nuestra pérdida de amor por las personas?

III.  El creyente fiel atenderá la advertencia y disfrutará de la vida eterna (vrs. 7)

A.   La llamada de atención se extiende a todo creyente (7ª)
1)    “El que tiene oídos para oír, oiga”: es una expresión que nos recuerda a Jesús en su ministerio terrenal. Ahora desde la esfera celestial habla igual. “Es una fórmula que subraya la importancia de lo que se ha dicho” (Aune, citado por Mounce). Se trata de un llamado a no ser sordos y prestar profunda atención a la amonestación, para poder rectificar de acuerdo a esta.
2)    “Lo que el Espíritu dice”: El Espíritu, sin duda es el Espíritu de Cristo, que interpreta la vos del Cristo exaltado al profeta (Ladd, Mounce). ). Hay una intima relación entre el Cristo glorificado y el Espíritu Santo, al punto que Pablo puede decir “El Señor es el Espíritu” (2 Co. 3:17 [Ladd])
3)    “a las iglesias”: Lo que se le dice a la iglesia de Éfeso, se convierte en lo que el Espíritu dice a todas las iglesias. El mensaje para Éfeso, es el mensaje para cada comunidad de cristianos.
B.    Al  vencedor Jesús le da la promesa de la vida eterna (7b)
1)    “Al que venciere”: La expresión se vuelve muy personal y ya no tan colectiva. Y hace ver la vida cristiana como una batalla.  El que vence es que obedece la amonestación, se arrepiente y hace efectivo el cambio de conducta en su vida. Todo creyente está expuesto a fallar en su batalla por la vida fiel a su Señor. Pero el verdadero discípulo siempre tendrá oídos para la voz de Cristo y del Espíritu, de manera que rectificará y será un vencedor al final.
2)    “del árbol de la vida”: Una referencia al antiguo árbol de la vida en medio del paraíso en el libro de Génesis (2:9). Con la entrada del pecado, el acceso a este árbol, que representaba el acceso a la vida eterna en el estado de inocencia, quedó cerrado para el ser humano bajo pecado (Gen. 3:22-24). Pero ahora, con la victoria de Cristo, el segundo Adán sobre el pecado, con su muerte en la Cruz, a los que vencen sometiendo sus vidas a él, se les abre de nuevo el acceso al árbol de la vida, a la vida eterna. Sólo el verdadero discípulo obedece a la voz de su Señor.

Aplicación: La diferencia entre un discípulo verdadero de Jesús y uno falso o un simpatizante, es que tiene oídos para escuchar la voz de su Señor. Jesucristo dijo, “mis ovejas oyen mi voz y me siguen y yo las conozco y me siguen” (Jn. 10:27). Así que si eres una oveja, hoy habrás de percibir la voz de tu Pastor y le seguirás, es decir atenderás su llamado a tu vida. Si no eres una oveja del Señor, este mensaje no significará nada para ti. ¿Tendrás oídos para oír? ¿Serás de los que vencen y tienen acceso a al árbol de la vida?

Concluyo animándoles a recordar en estas pocas palabras el reto de este día:

I/C: Nunca perdamos el amor como motor de nuestra acción, para no perder nuestro lugar y disfrutar al final de la vida eterna.

Conclusión
            Jesucristo, como Señor, amo y sustentador de su iglesia evalúa a sus iglesias locales, tanto a Éfeso como a CDA ya cada iglesia local en la historia. Nos advierte que toda virtud que podamos tener como iglesia, llámese celo por la sana doctrina, arduo trabajo ministerial, gran perseverancia en las pruebas, resulta total y absolutamente vano, sin valor, y puro activismo sin sentido cuando a todo esto le falta el ingrediente fundamental, lo que nunca debe faltar: el amor. Amemos hermanos, dejemos el simple activismo, tan pesado que es. Sirvamos a nuestros hermanos y busquemos a los perdidos por amor. Dejemos el orgullo, la prepotencia, la indiferencia, el menosprecio de los débiles. ¡Amemos, amemos, amemos! La iglesia nos es un club de membrecía elitista, es una comunidad de personas que aman. Si has caído en el simple activismo eclesiástico, es hoy el momento de reconocerlo y arrepentirte. Pidamos en oración que Dios restaure aquel amor con el que le amamos al principio.




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