Sabiduría para saber vivir. Proverbios 1:1-7
Introducción:
¿Por qué un jovencito
decide escaparse con su novia? ¿Por qué un hombre toma la decisión de abandonar
a su muer y sus niños por irse tras una chica más joven? ¿Por qué otro hombre
decide irse a un país lejano para sacar adelante a su familia ignorando que lo
que está haciendo es precisamente poniendo en gran riesgo a su misma familia?
¿Por qué un joven no logra advertir que las amistades que tiene le están
llevando al desastre personal? En cada uno de estos casos inevitablemente ha
habido una falta de percepción de la realidad, quizá ha habido insensatez o
necedad, probablemente ha habido falta de experiencia. En otras palabras, toda
mala decisión que uno toma refleja una triste realidad: no hemos sido sabios,
hemos sido faltos de sabiduría. La sabiduría es esa capacidad de interpretar y
evaluar nuestra vida correctamente, sensatamente de manera que tomemos las
decisiones que más bienestar nos traerán.
En la Biblia tenemos un libro que
tiene el propósito de enseñarnos a vivir bien la vida. Pretende enseñarnos la
habilidad para maniobrar en los variados y muchas veces complicados desafíos
que la vida nos presenta. Es quizá el libro más práctico que tenemos en la
Biblia. Me refiero al libro de proverbios. Pretendo iniciar este día una serie
de sermones basados en este precioso libro. ¿Cuántos han leído alguna vez el
libro de proverbios? Permítanme decirles algunas cosas importantes sobre este:
1. La naturaleza del libro: ¿qué tipo
de libro es? Su contenido nos dice de lo que se trata:
a. Se trata de la sabiduría pragmática:
nos ayuda para la vida práctica, la vida cotidiana y real con sus problemas y
desafíos.
b. ¡Los proverbios no son promesas!:
Son generalizaciones basadas en la experiencia humana. Es decir, los proverbios
describen lo que generalmente pasa en la vida cotidiana. A veces los proverbios
suenan a promesas y nosotros las tomamos así, pero, si vamos a interpretar este
libro correctamente debemos entender que no son promesas sino generalizaciones
de la vida que tendrán sus excepciones. “No es que los escritores judíos no
supieran que la vida es compleja y llena de excepciones, pero enfocarse en esos
casos distraería su atención de sus fines didácticos. Por ejemplo: Es una verdad general que los que temen a Dios y
viven con diligencia e integridad tendrán vidas prósperas y pacíficas, pero que
los que son perezosos y poco fiables en última instancia se destruirán a sí
mismos” (NAC, Garrett, 57). Pero también es verdad que hay muchos casos de
verdaderos hombres de Dios que sufren y perezosos y corruptos que son
prósperos. Otro ejemplo clásico es 22:6: “instruye al niño en su camino y…”.
Esto ciertamente parece una promesa, pero como estamos en proverbios, no
debemos verla como tal. Lo que debemos entender es que si los padres instruyen
a los niños en el camino correcto, en la
mayor parte de los casos el niño lo seguirá. Pero no quiere decir que siempre
será así. Pueden haber excepciones. Cada persona tendrá que tomar una decisión
consciente si ir en la vida por el camino de la sabiduría o por el de la
insensatez.
2. El significado de la palabra
“proverbio” (heb. Mishle). Viene del
verbo mashal, y significa
“representar” o “ser semejante”. Por lo tanto la palabra “proverbio” se refiere
a “una comparación”. Esta palabra se usaba para referirse a un dicho (1 Sam.
10:12), una alegoría (Ezq. 17:2ss), un refrán (Miq. 2:4), un lamento, o un
discurso (Salmo 49:4). El título del libro (1:1) implica que al término
representa cualquier pronunciación sabia, de manera que en el libro encontraremos
dichos, parábolas, sermones, etc.
3. La composición y autoría del libro:
a. Por la primera expresión de
libro (“Los proverbios de Salomón”, 1:1)
por lo general pensamos que Salomón es el autor de todo el libro. Sin embargo al recorrer el libro nos
damos cuenta que se trata de varias secciones provenientes de varios autores y
épocas.
b. Las secciones del libro con sus
autores serían como sigue:
Capítulos
|
Autor/es
|
Fecha aproximada
|
1-9 y 10-22:16
|
Salomón (1:1;10:1)
|
Siglo X a.C.
|
22:17-24:34
|
“Los sabios”,
anónimos (22:17 y 24:23)
|
No se sabe la fecha
de su composición.
|
25-29
|
Salomón
|
Fueron compilados
por “los varones de Ezequías” (25:1), quien reinó en los años 729-686 a.C. Se
añadieron en estas fechas.
|
30
|
Agur (30:1): probablemente
de origen árabe.
|
No se sabe
|
31:1-9
|
El rey Lemuel
(31:1): como el anterior es probablemente de origen árabe
|
No se sabe
|
31:10-31
|
Anónimo
|
No se sabe
|
c. Entonces podemos concluir lo siguiente:
1. El libro tiene más de un autor.
2. Hubo un proceso de composición que
duró varios siglos. Al menos en el año 700 a.C. todavía estaba siendo compilado
por los hombres de Ezequías, 250 años después de Salomón.
3. Hubo varios editores que fueron recopilando el
material hasta llegar a la forma final del libro que tenemos.
4. Por supuesto, el libro tiene un
Autor con mayúscula, el autor divino que controló tanto su escritura como su
compilación (2 Tim. 2:16).
Habiendo dicho lo anterior podemos
entrar en los primeros versículos del libro, y lo primero que veremos es que el libro nos habla
de su propósito, aquello que se propone hacer con sus lectores. Entonces,
veamos en 1er lugar que…
I.
Proverbios tiene el propósito de
enseñarnos a llevar una vida sabia (vrs. 1-6)
A. El autor de esta primera sección
(capítulos 1-9) se atribuye a Salomón (vr. 1).
1. Como ya hemos dicho, el libro tiene varios
autores.
2. La sabiduría del rey Salomón es atestiguada en
el libro de Reyes
a) Salomón pidió y recibió “un corazón
que sepa escuchar y discernir” para gobernar a su pueblo (1 Rey. 3:7-12).
b) En 1 Rey. 40:30-33 se detalla las
múltiples áreas de su sabiduría.
B. El propósito del libro es enseñarnos
a llevar una vida sabia (vrs. 2-6)
1. Los diversos matices de la sabiduría que el
libro enseñará: en estos cinco versículos tenemos el recurso del paralelismo
hebreo donde la la segunda línea repite
y aclara a la primera. Pero también nos permiten ver los diversos matices de
una vida sabia. Por otro lado, los verbos (entender, conocer, recibir, dar,
etc…) declaran que la sabiduría es algo que puede adquirirse y es lo que
pretende dar el libro.
2. Para entender (o conocer, yada, vr. 2):
a) “Sabiduría” (jakmah) y “doctrina” (musar)
(2ª): Sabiduría incluye la idea de
“sentido común” y la habilidad para enfrentarse a los problemas cotidianos.
También se puede referir a las habilidades ocupacionales. Este es el aspecto práctico (Garrett, 68) de la
sabiduría (Doctrina tiene que ver con
disciplina o corrección, aún castigo. Habla de la formación de la persona.
b) Es decir (la frase paralela, vr. 2b):
para discernir (o entender, bin) “razones
prudentes” (literalmente palabras de
entendimiento. Dichos profundos
según BLA y palabras de inteligencia
según NVI).
3. Para recibir (laqah, vr. 3):
a) “Consejo (el musar, del vr. 2) de prudencia” (RV60): esta expresión da a
entender algo como “correcciones prudentes” o que dan prudencia (NVI: “la
corrección que dan la prudencia…).
b) Es decir (la frase paralela, vr.
3b): estas “correcciones de prudencia”, van a proporcionar “justicia, juicio y
equidad” en el individuo. Estas palabras se refieren a la rectitud en el andar,
el hacer lo justo y correcto. En 2:9 estas mismas tres palabras se resumen en
la expresión “todo buen camino”. Entonces podemos decir que este es el aspecto moral de la sabiduría y
tiene que ver con el auto control (Garrett, 68).
4. Para dar (natan,
vr. 4):
a) “Sagacidad” (armah): habla de “astucia”. BLA y CAB lo traducen como “prudencia”.
No tiene nada que ver con picardía o astucia en mal sentido, sino con ser hábil
en el manejo de la vida.
b) Es decir (la frase paralela en 4b):
esta sagacidad se refiere a “inteligencia y cordura” (da’at y mezimah): Otros
traducen “conocimiento y discreción” (BLA, NVI).
c) Se nos dice quiénes son los
receptores de esta habilidad (vrs. 4-5):
1. “Los simples y los jóvenes” (vr. 4). También se puede
traducir “los ingenuos y los jóvenes”. Se está hablando de las mismas personas,
de los jóvenes adolescente. Son los jóvenes en vías de formación (quizá entre
15 y 25 años). Son ustedes que están en esta etapa de la vida donde falta la
experiencia, donde hay ingenuidad. Pero el libro pretende ahorrar al joven
muchos momentos de tragedia y dolor que son producto del engaño y las malas
decisiones.
2. Pero no solo para los jóvenes
inexpertos, también el “sabio” (jaqam)
y el “entendido” (bin, el que
discierne) (en contraste con los jóvenes), aquellos que por su edad han
adquirido cierto grado de sabiduría. Ellos también son desafiados a aumentar su
sabiduría.
5. Para entender o discernir (bin, misma de 2b):
a) “Proverbio” (mashal, misma del vr. 1) y “declaración” (meliytsah: sátira o poema sarcástico, BDB, 539, “figura”, “enigma”)
(alegoría, CAB; metáfora, BLA; parábola,
NVI). Garrett sugiere “parábola” o
“dicho alusivo” en lugar de dicho sarcástico.
b) La frase paralela nos habla de
“palabras de sabios” y sus “dichos profundos”: Esta última expresión se refiere
a “acertijos” o “adivinanzas” (hiydah).
Es la palabra que se usa en Jueces 14:12-19 para la adivinanza que Sansón les
propuso a los filisteos. Pero el sentido aquí es como en Salmo 49:4: “enigma”.
Esta es la parte de la sabiduría que permite entender verdades más profundas
que otros no logran asimilar, las ambigüedades de la vida. Como en el NT, donde
Jesús daba mayor entendimiento para comprender los misterios del reino a sus
discípulos, pero no a las multitudes (Mat. 10:13ss).
En resumen, el libro nos invita a
leerlo ofreciendo a los más jóvenes la posibilidad de no ser víctimas de la
inexperiencia y la ingenuidad y a los mayores la posibilidad de hacerse más
sabios y entendidos. Esta sabiduría ofrecida tiene que ver con la habilidad de
enfrentar adecuadamente los desafíos de la vida diaria, mediante el
conocimiento, la percepción profunda de las cosas, el equilibrio y la cordura.
Aplicación: Pero ¿cuántos esta
mañana pensamos que ya somos sabios y entendidos? ¿No es cierto que a veces
somos reacios a escuchar el consejo? ¿No es cierto que a veces pensamos que
somos muy listos y que no necesitamos escuchar a nadie?
Pero ¿por donde inicio el camino a
ser una persona sabia? Incluso en estos primeros versículos del libro, con
todas esas expresiones, parece que es una tarea arto complicada. Veamos en
segundo y último lugar que…
II.
La piedra fundamental de la
sabiduría es el temor de Dios (vr. 7).
A. El temor de Jehová es la base de la
sabiduría (de la vida sabia) (7ª)
1. “El principio”: no se refiere a una fase
inicial que uno deja atrás, más bien, “principio” se refiere al principio más
importante y controlador (Kidner, 754, Kindle format). Es la parte fundamental
y principal de algo. Es la esencia de algo. De manera que el temor de Jehová se
constituye en la consigna, el lema y la fuente de la sabiduría cotidiana, el
arte de vivir. Es la piedra fundamental donde se puede construir una vida (Victor
Lyons, CBMH, tomo 9, 46-47).
2. “Temor”: no se trata de un terror insano o un
temor satánico. Pero hay que reconocer que se trata de un temor santo, un temor
que advierte del peligro (Lyons, 46). Se trata de una sumisión de adoración a
Dios (Kidner, 754). No se trata de un método correcto de pensar, sino de una
correcta relación. La verdadera sabiduría no existe fuera del temor de Dios.
B. A pesar de los grandes beneficios
los insensatos menospreciarán la sabiduría (7b).
1. “Insensatos” (RV60): son los necios (CAB, BLA,
NVI) o tontos. Ellos desprecian la sabiduría.
2. El que decide buscar la sabiduría debe estar
advertido que se vreá rodeado de muchas personas que han escogido la dirección
opuesta y que les animarán a hacer lo mismo. Así que el lector, nosotros
hermanos somos enfrentados a dos alternativas y somos desafiados a optar por la
sabiduría a través del temor de Dios.
Aplicación: ¿es el temor de Dios el
principio fundamental que está rigiendo su vida? Cuándo actuamos ligeramente
con nuestra conducta, cuando actuamos bajo la excusa de que “todo el mundo lo
hace”, cuando tomamos decisiones alocadas sin pensar en Dios y en las consecuencias,
es una muestra clara de que no estamos optando por la vida sabia. No importa si
eres joven o ya tienes canas, ¿puedes reconocer esta mañana que necesitas esta
habilidad para la vida? ¿Seremos de los insensatos que menospreciaremos la
prudencia, la sabiduría? De acuerdo a las decisiones que estás tomando en estos
días, estás yendo por la via de la sabiduría o por la de la insensatez?
Idea central: Decidamos caminar una vida sabia, teniendo
como fundamento el temor de Dios.
Conclusión:
El
libro de Proverbios inicia incitándonos a encontrar en sus páginas una de las
más grandes necesidades que los seres humanos tenemos: la sabiduría para saber
vivir. El autor motiva no solo al joven,
que por su edad es falto de este tesoro, sino también al sabio mismo. Tanto el
inexperto como el experimentado está propenso a incurrir en los grandes errores
del ser humano. El autor nos quiere ayudar a encontrar la sabiduría y nos dice
qué es lo más básico y fundamental por entender en esta búsqueda: que su punto
de partida y piedra fundamental es el temor a Dios. Así que la premisa básica,
si es que seremos entendidos en el manejo de la vida, consiste en tener a Dios
como la fuente rectora de toda nuestra vida. Aquí comienza el todo de una vida
bien vivida.
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