Esmirna: Fidelidad hasta la muerte. Ap. 2:8-11
Introducción:
Policarpo llevaba décadas al frente de la iglesia de Esmirna. Ya era un
anciano para el año 155 d. C. Cuando lo llevaron ante el procónsul, este trató
de persuadirle, diciéndole que pensara en su avanzada edad y que adorara al
emperador. Cuando Policarpo se negó a hacerlo, el juez le pidió que gritara:
“¡abajo los ateos!”, refiriéndose naturalmente a los cristianos, que eran
tenidos por ateos (debido a su negativa de adorar a los dioses). Pero Policarpo
señalando hacia la muchedumbre de paganos dijo: “¡sí, abajo los ateos!”. De
nuevo el juez insistió diciéndole que si juraba por el emperador y maldecía a
Cristo quedaría libre. Policarpo le respondió: “Llevo 86 años sirviéndole y
ningún mal me ha hecho. ¿Cómo he de maldecir a mi rey, que me salvó?” Cuando
por fin el juez le amenazó, primero con las fieras, y después con ser quemado
vivo, Policarpo le contestó que el fuego que él podía encender sólo duraría un
momento, y luego se apagaría, mientras que el castigo eterno nunca se apagaría.
Ante la firmeza del anciano, el juez ordenó que Policarpo fuera quemado vivo, y
todo el populacho salió a buscar ramas para preparar la hoguera. Atado ya en
medio de la hoguera y cuando estaba a puto de encenderse el fuego, Policarpo
elevó la mirada y oró en voz alta: “Señor, Dios soberano, te doy gracias porque
me has tenido por digno de este momento, para que, junto a tus mártires yo
pueda tener parte en el cáliz de Cristo. Por ello te bendigo y te glorifico,
amén”.
Uno de los retos más intrigantes
para explicar acerca de la fe cristiana es la valentía y determinación que los
cristianos han mostrado cuando han visto amenazada su vida por causa de su fe
en Jesucristo. Lo cierto que desde los días más tempranos de la iglesia, los
seguidores de Jesús estuvieron dispuestos a entregar sus vidas, antes que
blasfemar o renunciar a su Señor. Tal fue el testimonio de estos creyentes que
cuando el gobernador de Bitinia, Plinio el joven, le escribía al emperador
Trajano (año 111 d.C.) pidiéndole asesoría sobre cómo tratar el problema de
esta nueva “secta” de los cristianos, le explicó su método para descubrir a los
verdaderos cristianos en las siguientes palabras: sencillamente les pedía que
adoraran al emperador ofreciendo vino e incienso ante su estatua y que
maldijeran a Cristo. Quienes seguían sus instrucciones en este sentido, eran
puestos en libertad (y muchos lo hacían, negando ser cristianos o diciendo que
ya no lo eran), pues según Plinio, “era imposible obligar a los verdaderos
cristianos hacer estas cosas” (Justo González, La era de los mártires, 74-75).
¡Cuan fácil se ha vuelto hoy día
ser cristiano, especialmente en nuestro lado del mundo, el cual se piensa que
es el lado cristianos de este! Más aún con la nueva idea de la tolerancia y el
pluralismo religioso: a nadie se le acusa de delito alguno, ser cristiano es
súper normal. Las presiones pueden llegar, cuando mucho, en la forma de algún
prejuicio en contra de uno, cuando somos atrevidos y agresivos en el
evangelismo (y me temo que aún esta intrepidez ha venido decayendo en los
cristianos del siglo XXI). La pregunta es, ¿hasta donde estaríamos dispuestos a
mantener nuestra fidelidad a Cristo, si estuviéramos en una situación de vida o
muerte por su causa? ¿Qué tan profunda es nuestra fe como para estar dispuestos a sufrir el
oprobio por causa de nuestra fe en el Señor?
La iglesia en Esmirna, otra de
las ciudades importantes del Asia Menor, ya estaba bajo la amenaza de ser
acusada y perseguida por las autoridades unos 60 años antes del martirio de
Policarpo que hemos narrado. Veamos lo que el Señor Jesús tiene que decir a los
creyentes que sufren las presiones de su sociedad para que renuncien o
trivialicen su compromiso con su fe. Notemos en 1er lugar que…
I. El Señor conoce perfectamente
nuestras luchas como iglesia (vrs. 8-9)
A. Jesús es el soberano y el vencedor de la muerte (vr. 8)
1.
“…escribe al ángel de la iglesia”: como ya hemos explicado en los
sermones anteriores, “ángel de la iglesia” puede referirse ya sea a la iglesia
misma, o probablemente al líder o pastor de la misma. Lo cierto es que las
implicaciones del mensaje tienen que ver directamente con las iglesias en
cuestión.
2.
“Esmirna”:
era una de las ciudades más antiguas y prominentes de Asia. Competía con Éfeso
por la mejor reputación en este período. Las dos ciudades eran los centros más
antiguos del culto imperial. También era conocida por su belleza (Keener, CCCB,
756). En el 26 d.C. pidió permiso para construir un templo a la divinidad del
emperador reinante Tiberio. Diez ciudades más buscaban el mismo honor, pero se
le concedió a Esmirna (Foulkes, 32, Mounce dice que fue en el 23 d. C.). Así
que era una ciudad “fanáticamente pro-romana, rica, orgullosa y de hermosa
apariencia” (Ibid). Esta fuerte adhesión a Roma y la significativa comunidad
judía, activamente hostil a los cristianos, hacía muy difícil la condición de
cristiano en esta ciudad (Mounce, 124).
3.
“La
iglesia”: es interesante que, al igual que la iglesia de Filadelfia, esta
iglesia no recibe ningún reproche de parte del Señor, sólo alabanza y estas
fueron las ciudades que subsistieron por más tiempo antes de la conquista turca
(Ibid.).
4.
“el
Primero y el Postrero, el que estuvo muerto y vivió”: Los títulos con que se
presente el Señor a cada iglesia, al parecer están relacionados con la
situación particular de estas. “El primero y el último”. Ya en 1:17, Jesucristo se ha presentado de esta manera y está relacionado con el título
paralelo con el que Dios mismo se
ha presentado en 1:8 como “el Alfa y la Omega” y como se había presentado en
antaño en Isaías 44:6: “el primero y el último”. Pero en Apocalípsis es el
Cristo exaltado quien ostenta este título, el cual subraya la soberanía
absoluta de él (Mounce). Nadie está sobre él. Es el primero porque antecede a
toda la historia y el último porque la trasciende. Es el origen y la conclusión
de todo (Stam, 95). Obviamente, estas afirmaciones solo pueden hacerse de Dios
mismo. El título relacionado habla de la victoria que Jesús tuvo sobre la
muerte al resucitar. Los hermanos de Esmirna, en peligro de ser llevados a la
muerte por causa de su fe, deben recordar que su Señor ha vencido la muerte,
por tanto ni siquiera esta poderosa amenaza los debe amedrentar. Si ellos
mueren, deben saber que su Señor les espera más allá de su corta historia
terrenal, porque él es también “el último”.
B. Jesús nos dice que está al tanto de la dura situación que enfrenta la
iglesia (vr. 9): Hay que aclarar, para los que usan la VRV60, que la expresión
“tus obras” no se encuentra en ningún manuscrito griego, por lo que
probablemente alguien añadir la expresión extrapolándola del mensaje anterior a
la iglesia de Éfeso (2:2), donde sí aparece.
1.
Conoce su “tribulación” (qli/yin 9ª): se refiere a todo tipo de aflicción, problema u opresión que
proviene de circunstancias externas (Friberg Lexicom).
2.
Conoce su “pobreza” (9b): es
probable que la pobreza referida aquí
estuviera en relación directa con la aflicción o tribulación que pasaban
(Mounce, Ladd). La palabra que se usa aquí para pobreza (ptwcei,an) es la que se usa para hablar de pobreza extrema (Friberg Lex.). Trench dice
que “el penes (la otra palabra griega que se usa también para “pobre”) es el
que no tiene nada superfluo, mientras que el ptochas (la palabra que se usa
aquí) no tiene absolutamente nada” (citado por Mounce). Es posible que la
pobreza de los esmirnianos no solo era debido a sus condiciones económicas
normales, sino posiblemente a la confiscación de propiedades, el saqueo de
turbas hostiles y la dificultad de ganarse la vida en un entorno hostil (Ladd y
Mounce). En tal admosfera de antagonismo era probablemente muy difícil para los
cristianos poder ganarse la vida y por ello muchos estaban en la más absoluta
miseria.
3.
Sin embargo el Señor hace una
aclaración aquí: “sin embargo en realidad eres rico”: este es una especie de
aclaración o explicación adicional (un nominativo parenético, Wallace, 53-54).
El Señor les dice a estos hermanos pobres y atribulados que aunque su pobreza
solamente es material, porque espiritualmente ellos son ricos. Aplicación:
¡Aleluya! que al contrario de cómo muchos enseñan hoy el evangelio, el Señor de
la iglesia dice que sí se puede ser pobre materialmente pero rico
espiritualmente (algo que no le gustaría escuchar a muchos predicadores de la
prosperidad de hoy). Esta iglesia sería menospreciada por el evangelicalismo
popular de hoy día, dirían que no están bajo la cobertura de bendición del Señor,
no tienen éxito, quizá están en pecado porque los hijos del Rey no pueden estar
en pobreza. Pero para el Señor, ellos son ricos.
4.
Conoce la blasfemia de los judíos contra
ella (9c):
a) “Blasfemia” debemos entenderlo aquí como “calumnia” o difamación, es decir
hablar injurias falsas contra el buen nombre de otro. Los judíos no cristianos
de Esmirna estaban calumniando a los creyentes. Parece que la fuerte comunidad
judía de Esmirna, donde habrían muchas sinagogas, había entrado en conflicto
con la incipiente comunidad cristiana. Este conflicto puede explicarse de esta
manera:
1.
Inicialmente los cristianos eran
vistos por Roma como un movimiento dentro del judaísmo, como una secta judía.
Pero esta asociación pudo empezar a incomodar a los judíos que temían que se
les asociara con un movimiento mesiánico que proclamaba el reino de alguien que
no era el emperador romano (Keener, CBA NVI) y la afrenta de que se los
asociara con un galileo que murió como criminal bajo los romanos en Judea.
2.
Los judíos tenían concesiones
especiales por parte de las autoridades romanas para no ser obligados a rendir
culto al emperador, por causa de su religión (Stam). Pero parece que hubo celo
de la sinagoga contra la iglesia por el éxito evangelizador de esta (Mounce).
Una forma de traición consistía en afirmar públicamente que los cristianos ya
no eran bienvenidos como parte de la comunidad de la sinagoga. Esto dejaba
desprotegidos a los cristianos contra los requerimientos civiles que los
obligaba a participar en el culto al emperador (Keener, CCCB). Se sabe que las
acusaciones contra los cristianos iban desde canibalismo, lujurias e
inmoralidad, ruptura de hogares, ateísmo y deslealtad política, hasta
provocación de incendios (Mounce). Jesús identifica directamente a los que
difaman a su iglesia:
b) “Los que dicen ser judíos y no lo son”: Para el Señor, estos judíos
hostiles que se congregan en la sinagoga de Esmirna, sí son judíos
exteriormente por raza y religión, sin embargo, interiormente no lo son porque
ellos han rechazado a Jesús como su Mesías y han confirmado su rechazo al
perseguir a Su iglesia (Ladd). Para
Jesús el verdadero judío, el verdadero pueblo de Dios ya nos es por raza, los
verdaderos judíos son el pueblo del Mesías, como lo dijo Pablo en Romanos
2:28-29: “no es judío el que lo es exteriormente… sino el que lo es
interiormente” (Ladd y Mounce).
c)
“sinagoga de Satanás”: En lugar de
ser un lugar donde se reúnen personas para adorar a Dios, la sinagoga de
Esmirna, al oponerse a la iglesia se han convertido en una sinagoga al servicio
de Satanás, el supremo enemigo de Dios (Mounce). “Satanás” viene del hebreo y
significa “adversario”. En 12:9-10 y 20:2,
se le identifica con el “diablo”, que significa “calumniador” o
“difamador”. En 12:10 se dice que es “el acusador de nuestros hermanos”. De
manera que para Jesús los judíos que difaman a la iglesia de Esmirna y que se
reúnen en la sinagoga, en realidad son socios de Satanás, son agentes del
Diablo.
Aplicación: 1) Ser un seguidor
de Jesús casi inevitablemente traerá mala fama para uno. Los que rechazan el
evangelio y no lo entienden hablarán mal de ti, de tu estilo de vida. Dirán que
eres raro porque no adoras lo que ellos adoran, porque no amas lo que ellos
amán. Dirán que eres extraño. Ya no querrán asociarse contigo cuando descubran
tu lealtad a Jesús. Si te sucede, no te preocupes, eso debe ser lo normal para
el verdadero discípulo. Más bien preocupémonos si no tenemos este tipo de
conflictos, porque seguramente no somos verdaderos creyentes. 2) Cuando
tengamos dificultades por nuestra identificación con Cristo, recordemos al ¡gran
Señor! en quien hemos creído, él es el principio y fin de todo. Ni la muerte
nos debe asustar porque nuestro Señor ya la ha vencido. Pero también recordemos
que detrás de cualquier afrenta, rechazo, y por burla, o incomprensión que
suframos como cristianos está el gran enemigo de Dios y nuestro adversario,
Satanás, el difamador por excelencia, el Diablo. No son las personas, es el
gran enemigo de Dios quien hoy por hoy seduce y controla este mundo. Recordemos
también que nuestro Señor ya lo ha derrotado totalmente, así que nosotros
también lo podemos resistir y hacerlo huir como dice Santiago (4:7). Y no
olvidemos que el Señor conoce nuestras luchas. 3) También hermanos, no nos
dejemos engañar por corrientes erradas que nos dicen que ser pobre, ser
minoría, ser pequeño está mal. Recordemos que a una comunidad pequeña,
minoritaria, afligida y pobre, Jesucristo le dijo que era rica. En el reino de
Jesús los valores se invierten, no se trata de ser grandes, ricos o
influyentes, se trata de ser fiel al evangelio. A él no le impresionan los
éxitos al estilo del mundo (Stam)
Saber
que el Señor conoce nuestras luchas y que él es poderoso para ayudarnos
ciertamente ya nos anima. Pero el Señor Jesús, quiere que tengamos la actitud
correcta ante las dificultades por seguirlo. Y esta actitud debe basarse en lo
que acaba de decir: ya que él es el soberano de la historia y quien aún ha
vencido a la invencible muerte, en 2 o lugar…
II. Jesús nos ordena no temer al enfrentar las duras pruebas por él
(vr. 10a)
A. Jesús pide a su iglesia en Esmirna que no tema ante el sufrimiento
(10aa)
1.
Es un imperativo, que refleja que
había una atmosfera de temor en la iglesia: “deja de temer” dice el Señor
(Mounce). Literalmente “nada temas”.
2.
“lo que vas a padecer”, mejor como
traduce la BLA: “lo que estás por sufrir”, capta la idea de inminencia, algo
que estaba por suceder. Interesante, en lugar de prometerles ausencia de
sufrimiento, el Señor les manda a no temer en medio de este, que sin duda está
por llegar. ¡Qué diferencia con el evangelio de hoy que te promete parar el
sufrimiento!
B. Jesús afirma que su iglesia será probada (10ab)
1.
“el Diablo echará a algunos de
ustedes en la cárcel para ser probados”: Claro que son las acusaciones de los
judíos de la sinagoga el sistema de justicia del imperio romano los que
llevarán a la cárcel a los hermanos, pero quien está detrás de esta instigación
contra la iglesia es el Diablo. La prisión, en este período era meramente un
lugar de detención (no de castigo) hasta que llegaba el juicio y casi siempre
era un preludio a la ejecución (Keener, CCCB, Ladd, Mounce). “Para ser probados
(peirasqh/te)”: Esta dura experiencia constituirá una prueba para su fe. Esta es la
misma expresión que se usó en Mateo en 4:1 para referirse a la tentación de
Jesús por el diablo, el tentador. La prueba es un intento seductor del diablo
para llevarnos a pecar. Pero si el Señor venció a Satanás, ¡los que somos de él también lo podemos vencer! La tribulación se
convierte en una prueba o tentación para nuestra fe. En la cárcel, los
creyentes podían renunciar a su fe o ser mantenerse fieles. ¡Todo el que
profesa ser discípulo de Jesús debería estar listo a ir a la cárcel por él y si
fuera necesario a entregar su vida por su Señor! (Ladd)
2.
“Tendréis tribulación por 10
días”: es difícil la expresión “diez días”. Parece que el trasfondo de la
expresión fue la prueba por diez días que le pidió Daniel al Jefe de los
eunucos (Melsar, Daniel 1:12ss) para él y sus amigos en los que comerían sólo
legumbres. Si es así, la prueba por diez días indica la brevedad de esta (Foulkes
y Ladd), al menos para los hermanos de Esmirna. Pero debía recordarse que en el
caso de Daniel, esta prueba de diez días sólo precedió los sufrimientos mayores
(Keener, CCCB, Mounce).
Aplicación: 1) La prueba de su
fe es una realidad inevitable para el discípulo de Jesús. Quizá para nosotros
no sea la cárcel ni el martirio lo que probará nuestra fe. Quizá sea el buen
nombre, el respeto o el aprecio por parte del mundo lo que nos tiente a fallar
al Señor. Quizá quedar bien con el jefe, con los amigos, con los compañeros de
trabajo o de estudio. ¿Mantendremos nuestra fidelidad a Jesús cuando nos
inciten a hacer lo que él no aprueba? 2) Jesús nos manda a no temer a la prueba
del sufrimiento, ¡él ya lo venció! Lo venció en el desierto, lo derrotó al
expulsar a los demonios y finalmente lo derrotó en la cruz. No debemos temer a
sus tentaciones. Pero debemos estar bien tomados de Jesús para poder vencerlo. El
evangelio no es para los cobardes, ellos son los primeros entre los que nunca
entrarán al reino (21:8)
… Después de entender que el Señor conoce
lo duro de nuestras pruebas y saber que él nos pide que no temamos... ¿cuál
será el desafío final de nuestro Señor? Veamos en último lugar que…
III. Jesús nos desafía a ser decididamente
fieles para gozar de la vida eterna
(vrs. 10b-11)
A. Jesús pide fidelidad hasta la muerte para recibir la vida eterna (vr.
10b):
1.
“Se fiel hasta la muerte”: la
expresión no necesita mayor explicación. Es claro que Jesús está demandando una
fidelidad que llegue hasta el punto extremo de la muerte misma. A los creyentes esmirnianos su Señor los pone
en sobre aviso que el castigo (la prueba a la que se enfrentan) probablemente
sea la ejecución. Ellos serían de aquellos que se mencionan en 12:11: “que
menospreciaron su vida hasta la muerte” por Cristo (Keener, CBANVI).
2.
Se les promete una gran recompensa
o premio: “La corona de la vida” (un genitivo
epexegético, M. Zerwik, GNT, 39), debe entenderse en el sentido de “la corona
que consiste en la vida eterna” (Ibid). La palabra que se usa se refería a “la
guirnalda” que s confeccionaba de ramas para celebrar las victorias militares o
deportivas. En Cristo esta corona de victoria, la vida eterna, la recibe el que
es fiel a Jesús aún hasta dar su vida por él. En la Biblia, no existe el
discípulo verdadero que retrocede. Tan elevada es la persona de Jesús aquí, que
se demanda entregar aún la vida por él si es necesario. ¿Quién es tan digno de
tal sublime sacrificio y entrega sino Dios? Además, ¡Cuan digno es Jesús que es
él mismo quien otorga la vida eterna a sus fieles¡ (Creo que los testigos de
Jehová no leen Apocalípsis).
B. La demanda es para toda la iglesia (11ª): como en el caso de la iglesia
de Éfeso, esta expresión “el que tenga oídos oiga…” indica que el mensaje a
esta sufrida iglesia es para todo creyente de cualquier iglesia en cualquier
época.
C.
Al vencedor se le asegura no
sufrirá la muerte segunda (11b): sigue la figura de los vencedores que son
coronados con la corona de la vida eterna. Pero en contraste se les dice que
ellos no sufrirán la muerte segunda. La expresión “no sufrirá daño” se elabora
con la negación enfática más fuerte en el griego (negación enfática subjuntiva: ouv mh. + aoristo subjuntivo,
Wallace, GGBB, 468), es decir, es la manera más fuerte de negar algo en griego.
Por eso mejor debemos traducirla como la RVA: “jamás recibirá daño de la muerte
segunda”. Pero, ¿qué es la muerte segunda? El mismo libro de Apocalipsis nos
responde: en 20:14 es el lago de fuego, es decir el nefasto destino final de
los enemigos de Dios. También es 21:8, la muerte segunda es el lago de fuego
como destino final de los cobardes, incrédulos, abominables, homicidas,
fornicarios, hechiceros, idólatras y aún los mentirosos. En 20:6 se dice que
ella no tiene poder sobre los fieles que participarán en la primera
resurrección. En resumen, es claro que la muerte segunda es la separación
final, tormentosa y eterna de lo que no
sometieron su vida al señorío de Cristo. Pero son los fieles a Jesús, los que
dan su vida por él los que ¡jamás! Podrán ser tocados por esta muerte segunda.
Aplicación: La fidelidad no es
una cualidad especial de unos cuantos cristianos raros. La fidelidad a Jesús es
el común denominador de todo verdadero cristiano. Fidelidad a Jesús significa
mantener mi lealtad a él en cualquier circunstancia de la vida que me lo
demande. Significa seguirle sin importar el sacrificio que me cueste. Significa
llegar a la muerte primera (la física) confesando con mi boca y mi vida que él
es el Señor y el Salvador. Significa amarle y servirle hasta la muerte. ¿Es
este tipo de evangelio en el que tú has creído? Porque si piensas que el
evangelio es una simple simpatía por las ideas de un grupo de personas
agradables que se reúnen domingo a domingo con las que puedes socializar de vez
en cuando… lo siento mucho pero no es el evangelio de la Biblia. En el
evangelio de la Biblia, Jesús es tan grande y digno que amerita la entrega de
mi vida total por su causa y por su persona. Son los que se entregan en esta fe
a él los verdaderos discípulos aquellos a los que se les asegura la corona de
la vida y ser librados de la condenación eterna. Este es el verdadero
evangelio, ningún otro… ¿Es lo que has creído o debes reconsiderar tu
cristianismo y empezar de nuevo con esta nueva comprensión?
I/C: El verdadero cristiano
tiene el ánimo de Cristo para ser fiel hasta el final y gozar la vida eterna.
Conclusión:
La
iglesia, a diferencia de lo que se oye mucho hoy día, enfrentará la envestida
de sus grande enemigos. A veces será el sistema político, a veces las
corrientes filosóficas de moda, otras será el mundo intelectual sin Dios o la
maldad y la corrupción misma de la sociedad la que pondrá a prueba su lealtad a
su Señor Jesucristo. Los creyentes debemos saber que el enemigo real que
subyace a todo esto es Satanás mismo, este malévolo y personal ser espiritual
que se opone a Dios desde siglos. Contra este formidable enemigo se nos demanda
a no temer, sino a ser fiel, si es necesario hasta el extremo de entregar la
vida. No importa si en los ojos del mundo y aún de grandes sectores de la
iglesia seamos considerados
insignificantes, pequeños o pobres como los hermanos de Esmirna, en los
ojos de Jesús el éxito consiste en la fidelidad a él. ¿Quieres hacer un
compromiso de fidelidad a Jesús esta mañana?
Comentarios
Publicar un comentario